Este tipo de generación llegó a su máxima capacidad. Las posibilidades de que estos activos fallen hoy es mayor y que se adelanten los mantenimientos de las máquinas es otra posibilidad. Problemas financieros no han sido solucionados.
Que las plantas térmicas hayan tocado su nivel histórico de generación no es tan buena noticia. Es más bien una alarma que demuestra una vez más lo estresado que está el sistema eléctrico y las pocas posibilidades para conseguir nuevas fuentes de suministro de energía.
De hecho, la ministra de Minas encargada, María Lorena Gutiérrez, aseguró que a partir de la próxima semana aumentará la importación de energía de Ecuador, que había reducido el suministro por inconvenientes en sus sistema eléctrico que ya fueron solucionados (ver entrevista).
La responsabilidad que se le atribuyó a la demanda de ahorrar para evitar un racionamiento, sin embargo, se aleja de la realidad pues son los organismos y las empresas los llamados a evitar que el país se apague.
Entre tanto, conocedores del sector como José Camilo Manzur, presidente de Asocodis (Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía), destacan la posición de los ciudadanos en la coyuntura “todo ahorro sirve. Este programa ha dado muy buenos resultados y hay que continuar sin bajar la guardia”, dice.
Al otro lado del cuadrilátero, en el que se ha convertido el sistema eléctrico, la presidenta de la Asociación Colombiana de Generadoras de Energía, Ángela Montoya, advierte que la consistencia en el ahorro ha estado centralizada en las industrias, mientras que la demanda regulada, es decir, los hogares, tienen que esforzarse más. Sobre todo en zonas como el Caribe y el Valle del Cauca.
Desde que la Casa de Nariño asumió el manejo de todo lo que pasa con el sector eléctrico, la sensación de algunos miembros del sector es que el acceso a la información sobre la realidad del sistema se ha dificultado y los problemas de fondo en realidad no han sido resueltos.
Una fuente, que pidió no ser citada, le dijo a El Espectador que “el problema que tenemos es que información abierta no hay mucha. Hace un mes podíamos saber en qué estábamos parados porque se conocían los modelos. Hoy todo es incierto”.
Esta situación ha permitido que casi todo se mueva en el campo de la especulación, que, también hay decirlo, hasta ahora no se ha equivocado. La Contraloría también advirtió de la escasez de gas —una pelea que meses atrás ya se venía dando en el sector—.
La “microgerencia”, gracias a la que “se están resolviendo los problemas a las termoeléctricas”, según explicó Santos, hasta ahora solamente ayudó con la entrada de Termosierra, un activo de Empresas Públicas de Medellín con capacidad de generación de 460 MW.
A propósito de este anuncio, otros generadores térmicos preguntaron de qué forma EPM había logrado conseguir gas para poder generar energía si en este momento ninguno de ellos lo ha logrado conseguir. Sobre este tema, Montoya explicó que se trataba de un contrato ganado por la empresa en una subasta de mejor postor.
Más allá de la materia prima para la generación de energía, una de las amenazas que tienen estos activos es que la posibilidad de que fallen o que se adelanten las fechas de los mantenimientos es más cercana.
El presidente de Celsia, Ricardo Sierra, advirtió recientemente que el reacondicionamiento de las máquinas para que pudieran operar con combustibles líquidos, dada la poca oferta de gas, tiene un impacto negativo en su funcionamiento.
Mientras que la relación de una hora de generación es equivalente a una hora de uso de la máquina cuando funciona con gas, al hacerlo con líquidos el desgaste de la máquina es el doble.
En el largo plazo, y por el hecho de que las térmicas llevan más de tres meses funcionando a full, las empresas tendrán que hacer mantenimientos antes de tiempo, modificando el cronograma, para evitar un deterioro de esos equipos, explicó Sierra.
“No es que estemos acabando con las térmicas”: Ministra de Minas encargada
María Lorena Gutiérrez dice que el cargo por confiabilidad obliga a que estas empresas tengan que generar cuando sean requeridas.
¿Cómo le fue en la conversación con el Ministro de Energía de Ecuador?
Vamos a aumentar la importación de energía de Ecuador. Hace dos semanas estaban dando entre 5 GW/hora o 7 GW/hora pero la semana santa han sido 2 GW/hora y 3 GW/hora. Vamos a subir a 5,6 GW/hora la próxima semana. Nos sirve mucho esa lucecita.
¿Hay algún problema técnico que impida esta operación?
No, lo que pasa es que está lloviendo mucho en Ecuador entonces les ha tocado generar mucho con hidroeléctricas y el sistema se copó, pero ya lo solucionaron.
¿Cuál es su balance sobre la meta de ahorro de energía?
Todavía estamos en el límite y necesitamos que la gente ahorre más.
Los generadores térmicos funcionaron ayer a su máxima capacidad pero están preocupados por lo que pueda pasar con las máquinas si siguen a ese ritmo.
Eso está vigilado y el aumento de la generación térmica se dio porque Termoflores entró después de la reparación. No es que estemos acabando con las térmicas. Las inversiones del cargo por confiabilidad existen para que cuando esos activos se necesiten pues generen.
¿Qué han pensado hacer con el precio de escasez?
Acordamos en una reunión que tuvimos con el presidente Santos y las empresas que, una vez superado el Fenómeno de El Niño, haríamos una evaluación y nos sentábamos a mirar el modelo financiero de las térmicas.
¿De qué depende que no haya racionamiento?
De que el ahorro siga, que llueva en estos días y del suministro de energía de Ecuador. Hasta ahora hemos desembalsado menos y eso es bueno porque estamos gastando menos energía de la que se tenía pronosticado. Según el Ideam, desde mañana empieza a llover en las zonas donde están los embalses.
¿Los pronósticos es que el Fenómeno de El Niño se acabe en qué fecha?
En junio. Vamos a evaluar con el presidente todos estos datos. Aunque se demora la recuperación del sistema eléctrico pero como llueve, va entrando agua y no es necesario desembalsar la que tenemos.
SECCION ECONOMÍA 30 DE MARZO DE 2016